Yo empecé a fumar siendo muy joven en una sociedad muy
machista en
los años setenta en España.
En aquella época fumaban hasta los perritos y
gatos que pasaban por la
calle, y si eras hombre o estabas en proyecto de serlo,
formaba parte de tu
imagen futura en tu vida.
Siendo muy crío, recuerdo, que le cogía a mi padre un cigarrillo de aquella
marca legendaria de cigarrillos “celtas largos
sin filtro” y lo guardaba en algún
sitio,
para fumarlo con otros amigos
debutantes a ser hombres del mañana.
Y nos íbamos a zonas apartadas a la salida
del colegio, para fumarnos
nuestros cigarrillos; de aquello a
pasado mucho tiempo, y he tenido tiempo de
fumar algunos largos años y de sufrir bronquitis,
constipados mayúsculos, y
gripes no recomendablesa a nadie.
Fumar, forma parte de una imagen que hemos
aceptado para expresar una
forma de ser, y de comportarnos en
sociedad, con una adicción embarazosa para
uno mismo,sin saber muy bien como prescindir
algún tiempo de dicha necesidad,
con un reproche personal no convincente, pero
necesario para uno mismo. Después
del
tiempo y del espacio, he aprendido a ser más
yo mismo, y apreciar más donde
está la libertad, que según que persona, tal vez
sea necesario el camino andado,
quizás todo lo veamos de diferente forma más tarde,
al reconocer la lluvia sobre el tejado.
Una forma de poder dejar de fumar, es la búsqueda de las causas por las que uno
fuma, y reconocer que no te
satisface fumar, y que tienes ganas de experimentar en tu
vida nuevas sensaciones, nuevos aromas, y una forma
distinta de relación con tigo y
con los demás.
Y partiendo de ahí, empezamos una nueva
experiencia, de la que eres partícipe en tu vida.
No deberíamos esconder el tabaco, si llevarlo encima, en el bolso, en el bolsillo,
en el coche, donde tu quieras, pero llevarlo, no lo escondas, es parte de tu vida, pero ya no le necesitas.
Podemos empezar a realizar cosas que antes
no hacíamos, visitar a conocidos que antes no visitabas, porque no te
encontrabas agusto, tal vez, porque ellos no fumaban y los tenías un poco de
lado.
Practicar algún deporte, como caminar, bailar, y cambiar de dieta, por
otra más saludable, pero lo más importante de todo, es saber que ya lo has
conseguido, que ya no necesitas a ese compañero
de viaje.
No deberías volver a probar ni despedirte de
el tabaco, el se marchará si tú no le necesitas, todo depende de ti,
no de él, ni de los demás, tu eres quien
creas tu vida, y sabes cuando algo ha
llegado a su fin.
Gracias, por escucharte
No hay comentarios:
Publicar un comentario